De la mano de nuestro patrocinador Juaneda Hospitales, el Dr. Andrés Glenny, cardiólogo, experto en cardiología deportiva, destaca la necesidad de hacerse las pruebas cardiológicas básicas cuando se inicia la práctica del golf o de cualquier otra actividad deportiva que no se hacía antes.
El golf es un deporte idóneo para personas de todas las edades si se
practica fuera de los circuitos profesionales (donde la cosa ya cambia un
poco), también para quienes tienen ya una cierta edad, e incluso con algunas
patologías de base. Pero aún y con todo, la revisión cardiológica básica es imprescindible
cuando se va a iniciar cualquier práctica deportiva.
Lo explica el Dr. Andrés Glenny, médico cardiólogo de Juaneda
Hospitales, experto en cardiología deportiva, que vela por la seguridad de
deportistas de alto nivel de Baleares, como es el caso del RCD Mallorca o, a
título individual, de multitud de golfistas de todos los niveles, que practican
este deporte en nuestras Islas:
«La ventaja que tiene el golf es que al suponer un esfuerzo físico
moderado y que no exige mucho, puede ser practicado por personas de cierta edad
o/y que tienen algunas enfermedades, aunque tenemos que separar lo que es el
golf amateur, practicado como entretenimiento, de lo que es hoy en día el golf
profesional».
«El golf profesional ha cambiado mucho —continúa— ya que antes,
quienes lo practicaban a ese nivel eran personas, en general, poco entrenadas
físicamente, y mucho técnicamente. Hoy los golfistas profesionales hacen un
entrenamiento muy parecido al de otros deportes de impacto, como fútbol o
tenis, es decir, son verdaderos atletas».
El Dr. Glenny lo recomienda para quienes quieran jugar al golf por
placer y salud, «porque es «aeróbico, con impacto suave, sin esfuerzos
desmedidos, por lo que es el deporte ideal para una persona adulta mayor. Nos
mantendrá en forma, fortalecerá los huesos gracias a los impactos leves y no
habrá grandes lesiones».
El único pequeño riesgo del golf es el mismo que el de los deportes
lateralizados, como es el caso del tenis o el pádel, «que son deportes en los
que se usa mucho más un lado del cuerpo que el otro y pueden generar cierto resentimiento,
a nivel de columna, o en los brazos», lo que se puede compensar con ejercicios
y la fisioterapia adecuada.
Si una persona va a iniciarse en el golf, como en cualquier práctica
deportiva que no realizaba antes, e inicialmente, desde el amateurismo, debe
hacerse una serie de pruebas, «de las cuales siempre la parte más importante es
la visita en la consulta, donde el médico pregunta antecedentes y síntomas,
incluso aquellos a los que no se da importancia».
Ante el inicio de esta práctica deportiva (y de cualquier otra) es
aconsejable siempre un «chequeo clínico cardíaco básico, que no es muy complejo,
ni de larga duración, y que suele incluir la entrevista, una exploración, un
electrocardiograma, un ecocardiograma y una prueba de esfuerzo (ergometría)»,
explica el Dr. Glenny.
¿Es imprescindible todo esto para iniciarse en la práctica amateur del
golf? El Dr. Glenny responde: «Probablemente, en alguien asintomático no sería
imprescindible hacer todas estas pruebas, aunque también es cierto que si las
hacemos estaremos más tranquilos. Y siempre sin olvidar que lo más importante
es la conversación inicial con el médico».
En el caso que un jugador aficionado de golf desee dar el salto a la
alta competición, cosa que en este deporte puede producirse a edades más
avanzadas que en otros, «como en cualquier deporte profesional hoy en día es
mandatorio tener un control cardiológico básico hecho con electrocardiograma,
ecocardiograma y ergometría».
«Cuando se hace un cambio —continúa el Dr. Glenny—, se pasa de amateur
a profesional, es recomendable hacer controles periódicos, porque se va a hacer
un entrenamiento físico intenso, muy diferente al de tiempo atrás, una
preparación que es ya imprescindible para no estar en desigualdad de
condiciones de fuerza frente al resto de competidores».
Pese a algunos casos muy contados es muy difícil que un jugador de
golf sufra una complicación cardíaca durante la práctica de ese deporte:
«Depende mucho del clima del lugar, que si es cálido, como en el caso de
Baleares, obliga al paciente cardíaco a una serie de previsiones para evitar
problemas inesperados».
«Un paciente cardíaco —continúa el Dr. Glenny— normalmente toma una
medicación que baja la tensión y las pulsaciones y que tiene muchos efectos,
por lo que se ha de cumplir con unas medidas básicas: estar muy bien hidratado,
llevar agua y ante el más mínimo síntoma de que se siente mal, descansar (no
dejar que “se pase”) o, incluso, ir al médico».
Otra recomendación que hace el cardiólogo a los jugadores con una
patología cardíaca, aunque esté controlada, es nunca practicar solo este
deporte, ya que «aunque es posible jugar solo “contra” el campo, es aconsejable
que el mínimo sean dos personas, para si es necesario, pedir ayuda o practicar
una reanimación, algo fácil y que puede salvar una vida».